Después de donarle el hígado a mi novio, supe que fue su venganza
Mi novio fue diagnosticado con cáncer y necesitaba un trasplante de hígado.
Cuando supe que yo era compatible, no dudé ni un segundo en aceptar la operación.
Me extirparon dos tercios del hígado. El dolor era insoportable, pero en cuanto recuperé la conciencia, corrí a ver cómo estaba él.
Frente a la puerta, escuché su conversación con un amigo.
—Eres un genio, Javier. Nadie más podría idear una forma de venganza tan cabrona.
Javier Morales soltó una risa burlona.
—Si no fuera porque no quería armar tanto escándalo, hasta le habría quitado un riñón solo por diversión.
—Por su culpa, Elena fracasó en el examen de ingreso a la universidad y tuvo que irse al extranjero. En un mes regresará, y en ese momento me despediré de Lucía para siempre.